Beneficios de los comunicadores

Lejos de inhibir el desarrollo del lenguaje verbal, la implementación de comunicadores en niños con trastorno del espectro autista (TEA) ofrece múltiples beneficios que incluyen la potenciación del habla, la reducción de conductas disruptivas, la disminución de la frustración y la mejora de las habilidades sociales. Estas ventajas subrayan la importancia de la introducción temprana y el uso constante de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (CAA) en el apoyo a los niños con TEA.

Un enfoque basado en

evidencias

Hay que destacar que no existen estudios concluyentes que demuestren que la implementación de un comunicador pueda minimizar el lenguaje verbal en niños con TEA. Por el contrario, la evidencia científica sugiere que el uso de sistemas de CAA puede, de hecho, potenciar el desarrollo del lenguaje oral cuando es viable.

Diversas investigaciones han mostrado que la introducción de comunicadores no solo facilita una vía de expresión para aquellos niños que tienen dificultades para comunicarse verbalmente, sino que también puede servir como un puente hacia el desarrollo del habla. Los comunicadores proporcionan un modelo constante y claro de comunicación, que los niños pueden imitar y eventualmente integrar en su lenguaje verbal. Esto es especialmente crucial durante la temprana edad, cuando la plasticidad cerebral es mayor y el aprendizaje de nuevas habilidades es más eficiente.

Además, la utilización de comunicadores ha demostrado tener un impacto en la reducción de conductas disruptivas. Muchos de estos comportamientos, tales como el berrinche o la autoagresión, son manifestaciones de la frustración derivada de la incapacidad para comunicarse eficazmente. Al proporcionar a los niños una herramienta con la que pueden expresar sus necesidades, deseos y emociones, se reduce considerablemente la frustración y, en consecuencia, las conductas problemáticas.

La capacidad de comunicarse también tiene un efecto positivo en las habilidades sociales de los niños con TEA. La comunicación efectiva permite la interacción con sus pares y adultos, lo cual fortalece sus relaciones sociales. Al sentirse comprendidos y ser capaces de participar activamente en su entorno, estos niños experimentan un aumento en su autoestima y bienestar general.

Por lo tanto, se recomienda introducir los sistemas de CAA a una edad temprana. La intervención temprana no solo maximiza las oportunidades de desarrollo del lenguaje verbal y no verbal, sino que también mejora la calidad de vida de los niños con TEA y sus familias. Proporcionar a los niños las herramientas necesarias para comunicarse desde una edad temprana permite un desarrollo más armonioso y reduce la brecha entre ellos y sus pares neurotípicos.

Castillo, A. y Grau, C. (2016). Conductas disruptivas en el alumnado con TEA: estudio de un caso. Revista de la Facultad de Educación de Albacete,
31(2), 1-22.